¿Cómo reconocer si mi hijo es víctima de bullying?

¿Cómo reconocer si mi hijo es víctima de bullying?

En los niños pequeños puede haber trastornos del sueño, conductas regresivas (hacerse pipí en la noches, actuar como bebés), retraimiento social (no querer ir a los cumpleaños del curso, invitar amigos, salir a casas de amigos), rebelión constante, agresividad, dolores abdominales, etc. 

En los preadolescentes y adolescentes pueden aparecer además conductas agresivas en el hogar y hacia los compañeros, también conductas de autoagresión (hacerse daño a sí mismos), trastornos de alimentación, etc.

En ocasiones los padres no saben distinguir bien entre malos tratos y bullying. Es importante reconocer las diferencias, porque si bien ambos son tipos de agresión que afectan los aprendizajes y desarrollo de nuestros hijos, tienen características diferentes que requieren abordarlos de distinta manera. 

El bullying o matonaje, es cuando una situación de agresión o maltrato se hace habitual, persistente en el tiempo, y en general permanece oculta  frente  a los adultos. Tiende a ser asimétrico, es decir el que acosa tiene más poder que la víctima y ésta no logra defenderse (es más fuerte, grande o popular que la víctima). 

El bullying puede ser verbal (insultos, humillaciones o amenazas), físico (golpes, zancadillas, pinchazos, patadas, o bien hurtos o estropeo de los objetos propiedad de la víctima), psicológico (acecho, gestos de asco, desprecio), o social (exclusión del grupo, difusión de rumores y calumnias contra la víctima).